El teletrabajo “suma” más horas a la jornada laboral

Antes de la pandemia , gracias a soluciones como Oraculus web y App, la fórmula del teletrabajo era la panacea para facilitar la conciliación laboral. En Oraculus apuntan a que se ha pasado de cero a 100 en segundos en mitad del coronavirus en España. El país estaba a la cola de Europa en esta modalidad de empleo. En 2019, apenas afectó al 8,3% de la ocupación. Sin cifras oficiales, con casi toda seguridad el empleo a distancia se ha disparado. El Banco de España cifró ayer que el 80% de las empresas españolas recurrieron a esta modalidad.

La emergencia por la pandemia del coronavirus han impulsado el teletrabajo en las empresas por la necesidad de mantener la actividad. Pero lejos de aportar beneficios en la conciliación laboral ha ampliado las jornadas por la falta de preparación.

Tampoco ayuda el actual contexto el miedo a perder el trabajo y la necesidad de mostrar el compromiso empuja al trabajador a no desconectar, dicen los expertos Pasar de un teletrabajo prácticamente inexistente como era el caso de España a un teletrabajo a tiempo completo es algo que se debería haber planificado cuidadosamente, tanto desde el punto de vista tecnológico como adaptando los modos de organizar y dirigir el trabajo.

Esta improvisación apunta una insatisfacción para los trabajadores que se han visto obligados a poner en práctica el teletrabajo y su utilización exprés ha traído consigo algunos fallos que se están pagando con tiempo extra.

Los expertos señalan a la faltan de adaptación, una de las causas para alargar las horas de trabajo. Pero también un incremento en el ritmo de trabajo. \»Las demandas pueden llegar a ser constantes y además las recibimos de manera transversal, de distintos ámbitos de la organización, no en una cadena vertical. Debemos mejorar la organización del tiempo de trabajo digital y marcar prioridades. ( planificar )

En teletrabajo trabajamos al menos dos horas más que cuando íbamos a la oficina.

Dos posibles razones : el volumen de trabajo y la autoexigencia que nos imponemos presionados por la situación económica. El contexto y el miedo a perder el trabajo, además de una cultura de presencialidad pueden no estar ayudando.

Una de las consecuencias del teletrabajo es robar tiempo libre. El problema es que todavía no existe una verdadera cultura del teletrabajo que nos lleve a separar el espacio del hogar destinado al trabajo del resto de nuestras tareas o labores
cotidianas

Las mujeres asumen más peso en las tareas de casa durante el confinamiento. Un reciente estudio también apunta que aumenta la brecha de género. La encuesta pone de relieve tanto las madres como los padres con menores en el hogar, cuidan y
entretienen a los hijos, ellas les dedican más tiempo: las madres afirman dedicar a esta actividad 4,3 horas diarias, y superan en más de una hora el tiempo medio que le dedican los padres (3,1 horas).

El teletrabajo tiene efectos positivos que socialmente no pueden despreciarse. Pero debemos conocer los desajustes que de manera individual o colectiva se han producido.

Se están dando condiciones contraproducentes para que el trabajo esté siendo efectivo y productivo. Se está generando la idea de que el teletrabajo supone estar siempre disponible y conectado.

El teletrabajo en realidad consiste en dejar que la gente se planifique el tiempo como mejor le convenga para que pueda entregar los resultados acordados en un plazo concreto.

La ampliación sistemática de horarios es otro síntoma de mal funcionamiento del teletrabajo. Los expertos recomiendan respetar las horas de trabajo y realizar descansos breves a lo largo del día y moverse para evitar problemas de salud.

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